La Cordillera Darwin es un destino de clase mundial para la contemplación, la navegación, el montañismo, y la exploración. Como tal, ha atraído a aventureros de todo el mundo hacia sus fiordos atiborrados de verde y hielo. Aunque “de todo el mundo” es un eufemismo, puesto que entre esos aventureros faltan los que deberían abundar: Los Argentinos y Chilenos, que tienen la suerte de tener esta maravillosa cordillera en su patio trasero. El primer intento de alcanzar una de las grandes cumbres de la Cordillera Darwin del que se tiene registro es el del Italiano Domenico Lovisato en 1882, a él le siguieron Ingleses, Alemanes, Japoneses, Estadounidenses, y varios otros nacionales de tierras remotas. Esta tendencia, que aún estamos lejos de romper, sufrió su primer revés por parte de un grupo de jóvenes aventureros del Club Andino de Mendoza (Argentina), quienes en 1961, inspirados por las fotos de Alberto de Agostini se lanzaron en busca de los colosos de la Tierra del Fuego. Fue una expedición excepcional, a punta de coraje, pasión e ingenuidad. Y aunque no lograran su objetivo, hicieron el primer relevo de una posta que ha llevado a escaladores Chilenos y Argentinos a muchas de esas mágicas cumbres. El testimonio de esa posta sigue ahí, esperando la visita de nuevas gentes de los Andes.
Un regalo que nos dio el proyecto Uncharted, fue la oportunidad de conocer a Ulises Vitale, uno de los autores de esa gesta histórica, y que conserva la pasión por las montañas y la sencillez que caracterizó su incursión en la cordillera Fueguina. Les compartimos acá un pedacito de su testimonio, el que fue grabado gracias a la generosa ayuda de Rodrigo y Emiliano Vega Sanchez.
Aunque pocos recuerdan esta notable expedición. En su tiempo tuvo el debido reconocimiento, siendo destacada por el diario La Prensa del 3 de Diciembre de 1961.
